El auge de las aplicaciones de software como servicio (SaaS) y la adopción generalizada de contenedores han creado una creciente demanda de métodos de desarrollo más eficientes. Como respuesta, las aplicaciones en sí están cambiando: de monolitos que hacen muchas tareas bien a colecciones distribuidas de servicios independientes que abordan funciones específicas.
Algunas de las principales ventajas que ofrecen los microservicios son las siguientes:
1. Mayor fiabilidad
Cada microservicio realiza una única función lógica dentro de la aplicación. Por este motivo, los desarrolladores proporcionan actualizaciones aisladas solo para el servicio que necesita los cambios. Normalmente, hay una interfaz bien definida entre microservicios de una aplicación. Mientras esta permanezca intacta, la aplicación puede seguir funcionando incluso cuando se realizan cambios en tiempo real.
2. Reducción del tiempo de desarrollo
Los servicios individuales proporcionan un conjunto bien definido de funcionalidades para cada componente que se puede crear en torno a requisitos específicos. Esto facilita la escalabilidad horizontal de las labores de desarrollo en varios equipos. Además, facilita la actualización rápida o la adición de nuevas funciones.
3. Aumento de la funcionalidad de las aplicaciones
Los equipos de desarrollo pueden crear componentes individuales que se pueden reutilizar en varios contextos. Es posible crear nuevas aplicaciones que se adapten a una gama más amplia de usuarios y ofrecer una funcionalidad más profunda sin duplicar esfuerzos.
4. Recursos acoplados de forma débil
El estilo arquitectónico permite que cada microservicio actúe en varias aplicaciones e interfaces, lo que reduce el número de implementaciones personalizadas para los desarrolladores. El diseño independiente también significa que los cambios en un microservicio no afectarán a otro. Sin embargo, esto también significa que es necesario el balanceo de carga para gestionar las solicitudes, tanto en el lado del cliente como del servidor.
En última instancia, los microservicios permiten a los desarrolladores centrarse en la funcionalidad específica de sus aplicaciones y evitar problemas de desarrollo que pueden surgir al acoplar varias aplicaciones. Al descomponer una aplicación en partes manejables, los desarrolladores pueden aprovechar las nuevas técnicas de desarrollo de software, como las pruebas automatizadas, para ofrecer resultados de alta calidad más rápido que nunca.
Los microservicios también son más fáciles de mantener porque los servicios asociados son autónomos. Todos los servicios dependientes se ejecutan en su propia plataforma con herramientas de gestión independientes, lo que proporciona una mayor coherencia. También facilita la gestión de toda la colección de componentes relacionados en mayor medida que si estuvieran integrados en una aplicación monolítica más grande.